Las mejores ciudades españolas para visitar en otoño

Si España es una de las joyas del turismo mundial (sólo superada por Francia y EE.UU) es debido a que su oferta es variada y no se basa en un único modelo turístico que condene a unas vacaciones en época estacional únicamente.

España es visitable y disfrutable los 365 días del año, pero su clima diverso permite que en ciertos meses, unas zonas luzcan más apetecibles que otras. En el caso del otoño, a continuación os mostramos las ciudades que despliegan mayores encantos con la llegada de los tonos parduzcos y anaranjados para que, ya sea un fin de semana, o uno de los puentes disfrutables estos meses, organicemos una escapadita.

Destinos que además de espectaculares, no agujerean los bolsillos y resultan fácilmente asequibles, ya sea mediante ahorros o mediante un mini préstamo online que no nos desajuste y nos permita el más que merecido capricho de viajar.

Granada: una apuesta segura de postal

Granada es una buena elección para visitar en cualquier época del año, pero si tuviéramos que elegir una en la que despliegue más que en cualquier otro mes todos sus encantos (que no son pocos), ese es el otoño.

¿La razón? Sierra Nevada y sus cumbres que se visualizan desde el Albaicín (el barrio que sirve de balcón hacia la sierra) enmarcan a la Alhambra con unas arboledas que le van bien a juego a los tonos rojizos del recinto, cuyos jardines interiores: el Generalife, por otra parte suponen todo un oasis de calma y belleza.

Precisamente el nombre de la Alhambra, le va como anillo al dedo a esta monumental joya. Alhambra viene del árabe  al-Ħamrā, cuyo significado es “La fortaleza roja”, un nombre muy de Juego de Tronos que se convierte en verdad absoluta al observarla en pleno otoño.

El despliegue visual te impedirá moverte durante horas del mirador de San Nicolás, pero para cuando lo hagas tienes aún mucho más que ver en la misma ciudad o en la cercana sierra de la Alpujarra.

Ordesa y Monte Perdido: un abrazo a la naturaleza

Este parque natural pirenaico es el lugar perfecto para perderse. Tras una semana sometidos al estrés laboral y al pulso de una gran ciudad estos bosques aragoneses son el mejor analgésico para nuestro cuerpo y mente.

Todos los torrentes de agua que permanecían en calma durante el verano, despliegan su fuerza y espectacularidad en otoño formando bellas cascadas que acompañan a toda la gama cromática de rojos, naranjas y marrones que existen en las paletas de colores. Un auténtico regalazo para la vista que no nos podemos perder.

El Montseny: la mejor válvula de escape

En ocasiones nos empeñamos e ir bien lejos para escapar de la rutina cuando tenemos auténticas joyas al alcance de la mano. Es el caso del Montseny y su entorno.

Este paraje catalán se encuentra a tan sólo una hora de Barcelona, y sumergirse en él supone introducirse en una burbuja donde parece que el tiempo se detiene.

Una impresionante alfombra de hojas secas te da la bienvenida a este parque natural repleto de senderos por los cuales perderse durante horas y que desembocan en pueblos con encanto donde poder recargar las pilas, ya sea mediante un buen banquete de carnes de caza y “bolets” o mediante los establecimientos rurales que recogen el encanto de la zona.

Ya sea si vives en Barcelona o como si tienes que coger un avión para llegar a la capital catalana (que también es un lugar donde se vive el otoño activamente), concédete ese paréntesis que necesitas y no dudes en escaparte a alguno de estos rincones.